No hay dos sin tres, nos ganaron otra vez.
Resulta que no eran chinos, «kamikaces», eso es lo que eran, japoneses. Poco hay que decir, sus primeros ataques fueron malos de solemnidad, eso nos dio una considerable ventaja, del orden de treinta estrellas… y nos fuimos a dormir. Mejor no habernos despertado, en la mañana ya nos sacaban como dieciséis y a la largo de la mañana fueron aumentando… Leer más »
